“Anímense a sentirse pueblo, animémonos a la hermosa aventura de peregrinar hasta Luján”

“Anímense a sentirse pueblo, animémonos a la hermosa aventura de peregrinar hasta Luján”

22 septiembre, 2024 0 By Liliana Arias

Jorge Ignacio García Cuerva, además de ser el arzobispo de Buenos Aires, se reconoce peregrino. Conversó con el Equipo de Comunicación & Prensa de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular del arzobispado de Buenos Aires. ¿De qué hablamos? De esta próxima pere, ¡¡la número 50!! y su ser peregrino en camino. ¿Saben una cosa? La previve con mucho respeto y amor. ¡Buena lectura!

A 50 años de la primera pere, el lema de este año es “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”, una mirada que nos invita a mirar desde distintas perspectivas para ayudarnos.

La mirada de María es una mirada que quiere hermanarnos, que fundamentalmente nos mira como hijos y una madre sabe que sus hijos son todos distintos. Por eso creo que nosotros también tenemos que aprender a mirar la diversidad, a mirarnos desde aquello que nos une pero también desde aquello que nos diferencia. Tiene que ser un desafío que sin dudas nos va a enriquecer en fraternidad. Por un lado aparece esta idea del Papa Francisco del “poliedro”*, la mirada de María es una mirada para todos nosotros, para cada uno de sus hijos reconociendo que somos distintos. El desafío del poliedro radica en que nadie quede afuera y podamos entendernos como una sociedad donde todos sean incluidos.

Usted peregrina hace muchos años. Con sus ojos de peregrino, ¿qué ve cuando camina?

Se ve un pueblo creyente, se ve un pueblo con historia, se ve mucho dolor, se ve mucha mucha esperanza, se ve mucha alegría. Es descubrir a Jesús que camina con nosotros en la solidaridad de tantos que dan una mano, en aquellos que caminan solos, en aquellos que caminan con otros, en las comunidades que van con mucha alegría. Y en silencio, a veces, me gusta mirarlos y pensar cuál es la historia, cuál es la cruz con la que quieren llegar a los ojos y a las manos de María.

Hay dolor, hay alegría y hay corazones que de verdad palpitan y desde hace 50 años año tras año, octubre tras octubre, pensando en la Virgencita de Luján. ¿Cómo está su corazón de peregrino y cómo ve el corazón de los otros peregrinos?

Este año mi corazón para llegar a Luján viene como estimulado: yo acabo de regresar de la peregrinación desde San Antonio de los Cobres a la ciudad de Salta recorriendo 178 km, en lo que se llama “la peregrinación de los mineros”. Les aseguro que la movilización es tan fuerte en el corazón que viene con mucha emoción, viene más sensible que otros años, llevo el nombre y la historia de tanta gente que nos pide que recemos por ellos. Así que mi corazón es un corazón peregrino que tratará de cargar con las intenciones de tantos. También aquí, el miércoles 2 de octubre, en el atrio de la catedral de Buenos Aires vamos a recoger un montón de intenciones que nos comprometemos a llevar hasta la Virgen de Luján.

En la misa central de la peregrinación que hiciste en Salta elegiste una peregrina: Damiana, ejemplo de vida, entrega, fe, esperanza, agradecimiento. ¿Cuántos Damianes y Damianas necesita a la Argentina?

Salta tiene un montón de estas Damianas. Son gente sencilla, de pueblo, con una fe increíble, con un corazón profundamente agradecido, que la siguen peleando todos los días, que no hacen diagnósticos socioeconómicos porque en realidad ya viven la situación que viven y nadie tiene que explicarles lo que sufren. Igual siguen sosteniéndose en la esperanza, siguen sosteniéndose en una profunda fe y creo que tienen mucho para enseñarnos. Cada vez más tenemos que estar al lado de nuestro pueblo más sencillo, nuestro pueblo creyente, descubriendo la presencia de Dios y aprendiendo cómo vivir en esta Argentina de hoy.

Por favor, le pedimos un mensaje para los peregrinos y una bendición.

A los peregrinos de Luján: ¡que se vuelvan a animar como siempre a caminar! Siempre van a encontrar una excusa para no ir… que estoy cansado… que quizás no es un día lindo… que ya fui otros días de otros años… Anímense a sentirse pueblo, a caminar juntos, animémonos a patear la calle, a patear esa ruta que nos lleva a lo largo de 60 km hasta el santuario de la Virgen que es la casa de todos, donde todos tienen un lugar. Es verdad que la basílica es la casa de todos pero fundamentalmente el corazón de María en la casa de todos. En ese corazón María quiere que estemos todos con nuestras diversidades, con nuestras características, con el amor de hijos, por nuestras cruces, por nuestras historias. Así que, anímense, que Dios los bendiga mucho, que vayamos preparando el corazón, los pies y que nos animemos a esta hermosa nueva aventura en esta peregrinación número 50 a la Basílica de Luján.

Muchas gracias @CanalOrbe_21

*Leemos a nuestro Papa Francisco en Evangelii gaudium 235 al 237:
235. El todo es más que las partes, y también es más que la mera suma de ellas.Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo. No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza.
236. El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral como la acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos.
237. A los cristianos, este principio nos habla también de la totalidad o integridad del Evangelio que la Iglesia nos transmite y nos envía a predicar. Su riqueza plena incorpora a los académicos y a los obreros, a los empresarios y a los artistas, a todos. La mística popular acoge a su modo el Evangelio entero, y lo encarna en expresiones de oración, de fraternidad, de justicia, de lucha y de fiesta. La Buena Noticia es la alegría de un Padre que no quiere que se pierda ninguno de sus pequeñitos. Así brota la alegría en el Buen Pastor que encuentra la oveja perdida y la reintegra a su rebaño. El Evangelio es levadura que fermenta toda la masa y ciudad que brilla en lo alto del monte iluminando a todos los pueblos. El Evangelio tiene un criterio de totalidad que le es inherente: no termina de ser Buena Noticia hasta que no es anunciado a todos, hasta que no fecunda y sana todas las dimensiones del hombre, y hasta que no integra a todos los hombres en la mesa del Reino. El todo es superior a la parte.